Hacía mucho tiempo que el Everest no me parecía tan fácil de subir
y eres el culpable.
porque todas mis acciones terminaban en silencio
porque el disco siempre acababa media hora antes
y el vaso se cansaba de ser rellenado
y el estómago de intentar decirle al hígado
que su culpa no es
su culpa no es.
La culpa no se mea tampoco esta noche
y acabas de iniciar tu décimo cuarta guerra mundial
tiemblo contra el asiento
en qué piensas ahora que sales del local
mirándote las manos, sin que se note
qué piensas y en ese caso,
qué se supone que he de pensar.
Del play al rewind
stop.
y de vuelta a la mal configurada realidad
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Bajo el acueducto tiemblan
todos
nuestros
fantasmas
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tiras piedras sobre tu tejado
y hay un gato sentado en el ventanal
En cualquier caso no nos tenemos que preocupar
porque dentro del equipo de música
hay una canción que tira de nosotros
y aunque la máquina expendedora de aplausos
haya agotado sus unidades
sonreímos como dos gilipollas
que siempre esperan esperar
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Crees que alcanzaremos la paz algún día?
Si te busco ahora y te apunto con mi escopeta
¿me dirías que no?
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El azufre te llega por las rodillas
todavía no ves al diablo
yo tampoco.
tremendo poema. me gusta, me gusta y sobretodo me gusta.